LA SEPARACIÓN
En estos tiempos post –
modernos las separaciones de las parejas tienen múltiples causas y cuando el
matrimonio se basa en la pasión el sujeto no puede soportar una separación.
El sujeto tiene que renunciar
sus deseos individuales ante los compromisos propios de la vida conyugal,
aunque estos resulten displacenteros y cuando esta persona asume ese compromiso
produce una relación conyugal prolongada.
En el matrimonio, las parejas
se prometen “para siempre” o “hasta que
la muerte nos separe” pues esta promesa se sustenta por los compromisos que adquiere el sujeto y
cuando estos se modifican, se rompen o simplemente no se los puede asumir y en
consecuencia, el vínculo se disuelve. Se produce una separación o se mantienen
juntos pero a costa de una vida de sufrimiento, con permanentes reclamos y
reproches tratando de convencer a la pareja que cambie de actitud.
Ante la pérdida de la pareja
nos produce una tristeza, un malestar con angustia por el hecho de haber
perdido a una persona querida. Se atraviesa un duelo por ésta pérdida de la
persona amada y los síntomas que se muestra es el desinterés por el mundo
exterior, la persona dolida sufre un sentimiento de abandono y a veces llega al
extremo de desvalorarse y echarse la culpa por la pérdida y hasta podría perder
la capacidad de amar nuevamente, con una disminución de amor propio con
reproches y acusaciones a sí mismo.
Cuando se atraviesa una separación
de pareja y sufre una pérdida de su amada, es porque en ella depositó toda su
energía amorosa y que ahora al separarse se queda vacío: Ella, era la receptora
de su energía amorosa y al mismo tiempo, a éste sujeto le devolvía grandes
satisfacciones. Ante la separación, pierde la energía amorosa depositada en
ella; Por eso, el sujeto siente ese vacío cuando experimenta el abandono de su
pareja.
Ahora, toca recuperarse, llenar
ese vacío. Muchas veces ante esta
situación, algunos tratan de cubrir ése vacío desesperadamente con otra
persona. Pero no, seguirá igual, (eso ayuda pero no soluciona).
Cuando ya no está más la pareja,
al sujeto le toca recuperarse por esta pérdida sufrida. Pero, ¿Qué es lo que
pierde?, a ¿ella? ò ¿el amor que sentía hacia ella?. Pues me atrevo a afirmar
que lo que pierde es a ambos pero lo que le interesa es la segunda. La
satisfacción sexual que tenía con ella, por que así como la amó después podría
nuevamente amar a otra persona. Nadie renuncia a su amada por que se le da la
gana ni mucho menos aún cuando advierte que se asoma otra persona que quiere
ocupar su lugar.
La superación de la angustia
ante ésta pérdida se realiza poco a poco, es un proceso, donde se necesita y
desgasta abundante energía, pues en su interior todavía existe y subsiste lo
que perdió.
Los recuerdos, la imagen y tantas cosas vividas
juntas todavía afloran en el interior del sujeto y por supuesto esto resulta
doloroso en pleno duelo.
Pero luego de un tiempo, se
recuperará. Después de un arduo trabajo vuelve otra vez a su normalidad, sin
angustias ni tristezas.
Para la superación de este
duelo se necesita la auto-recuperación de la energía amorosa.
El sujeto se debe de desprender
de, intentar recuperar la energía amorosa depositada a la ex pareja, debería de
renunciar a recuperarla (traslucido en afectos, deseos, goce, sentimientos,
etc.) pues solamente así, podrá recuperar su energía y posteriormente poder
depositarla en la misma u otra persona.
Así como el enamoramiento es un
proceso que concluye con la llegada del amor, la separación también es un
proceso que significa un corte, pues en la disolución del vínculo la peor parte
se ubica en el que sufre la pérdida; El sujeto se muestra desestructurado,
desorganizado, deprimido, etc.
Frecuentemente la pareja se
separa por la presencia de una tercera persona, pues éste tercero es el que
depositará su energía amorosa hacia ella. Entonces el sujeto al ser desplazado,
inmediatamente experimentará el corte, la separación. Adviene el sufrimiento,
que por supuesto será muy doloroso. Y muchas veces se apodera el resentimiento
de tener menos valores y con el autoestima decaída.
Algunas veces ante el dolor de
ésta perdida, no puede satisfacer-se sexualmente, no puede gozar. Su
sentimiento queda perturbado, se siente vejado sexualmente, despojado por el
rival, siente que está excluido de las relaciones sexuales entre su amada y él.
Cuando una mujer dice: “eres
malo” es por que desea a otro que “no sea malo”, y cuando dice: “tu no me das
dinero ni nada” es por que desea a otro que le dé dinero y todo. Y así
sucesivamente, pues con estas críticas está anunciando lo que su inconsciente
desea y como sabemos que éste viene del cuerpo; Entonces, es lo que ella
realmente desea.
Igualmente pasa con el hombre
pero con diferente criterio.
Tras el abandono sufrido, en
algunas personas se apoderan un sentimiento de venganza y en lo posible tratan
de “denigrarla”, “desvalorizarla”, dicen: “que sufra como yo he sufrido”, “que
pague lo que me hizo”. Etc. Pues esta conducta hostil hacia su ex pareja, evidencian
una particularidad patológica y que podrían tener diversos desenlaces.
Después de una separación, frecuentemente
se produce el retorno a los afectos de antaño, ya sea con la familia de origen
o las amistades, es para sentirnos apoyados y poder así restaurar nuestra
condición anímica.
Después de un tiempo el sujeto
se reorganiza, se repone. Es cuando logra superar, se siente libre y está
dispuesto a rehacer en cualquier momento su vida amorosa.
Si recordaran el capitulo
“desde la familia de origen…” allí señalábamos que es un tránsito difícil de
abandonar la familia y asumir otra, donde está en juego nuestro bienestar; Allí
decidimos dejar, abandonar hasta un tiempo la familia de origen…, pues ahora
ante el sentimiento de soledad el sujeto suele recurrir a esa familia que dejó
en algún momento, buscando regocijo y afecto para cubrir los vacíos que dejo la
separación.
Dicho de otro modo, se suele
recurrir a los padres o hermanas/os, a los parientes más cercanos, a las
amistades que siempre están en los momentos difíciles, es por eso que una
persona sólo abandona por un tiempo, no es para siempre el alejamiento, ni
desaparece los afectos con los padres y
nuestra familia de origen.
Igualmente pasa con el primer
enamorado que se tuvo, aunque pasen muchos años no se borrarán jamás de los
recuerdos; Mas al contrario, algunas veces en momentos como éste,
intentará reproducir esas experiencias
vividas. Pues ante éste acontecimiento tan doloroso, en lo que significa una
separación de pareja, en algunos sujetos suele
ocurrir la regresión psicológica al primer enamorado. Con recuerdos
ilusorios que afloran con mucho regocijo y brindan una esperanza de
reencuentro.
Cuando nos sentimos
traicionados o sufrimos un abandono y si esta es la segunda o tercera vez que
nos abandonan, creemos que la vida no nos sonríe, pensamos que no tenemos
suerte en el amor, cuando en realidad sólo estuvimos repitiendo los mismos errores de siempre.
En estos tiempos post-modernos,
las parejas se separan sin problemas sociales; Antes se valoraba el juramento
ante el altar, o el matrimonio que se celebraba ante el registro civil. Así
como antes se pensaba que el hombre debería de mantener al conyugue y su
familia, y la mujer debería de cuidar a los hijos y ocuparse de las tareas del
hogar.
Actualmente; las personas se
preparan para afrontar una nueva realidad en la vida conyugal y para poder
sobrevivir trabajan juntos. Sin embargo,
hay mujeres que cuando hijas-señoritas, solteras, dependían económicamente
de los padres. Luego, cuando tiene pareja busca ese mismo modelo de dependencia
a su marido, entonces ella busca y elige esa condición, por que se identificó
con la madre que posiblemente estuvo en los trabajos hogareños. Ésta mujer al
asumir la condición de esposa, madre, ama de casa, etc. Reclama a un marido que
la sostenga económicamente y ante la separación o abandono de pareja se
complicaría su situación, pues tendrá que afrontar las consecuencias que esto
genera:
- Sostenerse económicamente.
- Sentirse sola para criar a los hijos.
- Necesidad de trabajar para auto
sostenerse.
- Superar el duelo de abandono.
·
No tener tiempo para rehacer su vida amorosa
por que tiene que atender a sus hijos.
·
Etc.
Algunas mujeres reaccionan con
disgusto, malestar y odio a la otra mujer que está con su ex marido y se quejan
porque sienten que ésta, se apropió de su marido y de su dinero, dicen: “encima
que me quito mi marido se llevó el dinero de la comida de mis hijos”, “lo que
me pasa por la cuota alimentaría no alcanza”, etc.
Ella se siente despojada de sus
afectos y económicamente. En consecuencia, a esta mujer le costará mucho
esfuerzo personal superar una separación de “abandono” y posteriormente rehacer
su vida amorosa si es que continua con esta postura de madre-mujer dependiente.
Sin embargo, para algunos hombres
se les hace fácil superar estos problemas porque no tiene carga familiar junto
a él, ni necesidad económica y si de sexo se trata, se los puede arreglar con
alguna relación ocasional.
Al finalizar éste capítulo, podría anunciar; si bien es cierto que es muy penoso atravesar
esta etapa de duelo, dependerá de cada persona realizar el trabajo individual y
de acuerdo a sus capacidades superar el duelo amoroso y tantos otros que a lo largo
de nuestra existencia nos toca enfrentar y superarlas.
Hay que buscar contención,
sostén afectivo en los familiares, parientes, amigos, etc. Y tratar de realizar
actividades que permitan estar ocupados (sociales, recreativas, artísticas,
deportivas, estudios, trabajo, etc.).
Es recomendable aceptar la
separación. Pues esta postura permitirá en corto tiempo superar y recuperar la
capacidad de rehacer su vida amorosa y posteriormente una nuera relación de
pareja.
Busque ayuda Psicológica. No
diga, “para que voy a ir al Psicólogo si no estoy loco”, pues sepa Ud. Que los
locos no van al Psicólogo.
Ejemplo:
Voy a ejemplificar el proceso
por el cual se desenvuelve nuestra energía libidinal en el enamoramiento, la
separación y la recuperación del sujeto.
Ahora bien; Poseo abundante energía y no tengo otra opción que
depositarla en un sólo hombre, de tantos miles existentes a mi alrededor.
En consecuencia; deposito toda mi energía amorosa en él y me agrada, siento
que obtendré muy buenas satisfacciones, confío en este hombre y por eso estoy
contenta. Vivo feliz por que disfruto de
los placeres y el romance que me brinda, luego; Por alguna razón que
desconozco, éste me abandona y se lleva toda mi energía depositada y las
satisfacciones que obtenía con él, ya no las tengo. A eso le sumo la des-
ilusión romántica que me representaba.
Me quedo vacía, sin energía y ante este acontecimiento de pérdida, se
apodera en mi un sentimiento de tristeza, angustia y me deprimo, “no veo a mi
amado ante mis ojos y no lo puedo creer que esto me esté pasando”, “tengo una
desilusión tan tremenda que no quisiera seguir viviendo”. ¿Qué hago?
Lo primero: Cometería un error
si exijo que él vuelva conmigo. Porque no lo puedo obligar a que se enamore de
mi, o me desee.
Otro error; Si de él quiero
recuperar y obtener los placeres perdidos.
Lo más saludable sería; Aceptar
la separación y la pérdida, no preocuparme tanto de él (no rogar que vuelva, no
llorarle implorando el retorno, no amenazar, no acosar, no usar ningún tipo de
coacción o violencia), de ser posible mantener el diálogo y poco a poco,
recuperar nuevamente la energía amorosa,
porque tenemos la capacidad de hacerlo ya que nuestro organismo está preparado
para esas exigencias, y así posteriormente, poder rehacer otra vez, una nueva
relación con la misma u otra persona y tal vez obtener mejores satisfacciones.
En este siglo; El modelo de
pareja y familia se presentan con muchas modificaciones si comparamos con años
atrás.
Ahora, las parejas se unen por
amor y pueden concluir esta relación cuando se termina la pasión amorosa y
posteriormente, empezar otra nueva relación con mucho entusiasmo, sin
conflictos emocionales, más aún si no se tiene hijos.
El padre de familia después de
una separación conyugal tendrá múltiples complicaciones para rehacer su vida de
pareja. Porque es posible que después de un tiempo quiera formar una nueva
relación y es muy probable que encuentre una mujer-madre y rehacer el vínculo
amoroso, luego tendrá que convivir con
ella y los hijos. Y por supuesto mantenerlos, brindar afecto y buscar el
reconocimiento como futuro “padrastro”.
A éste hombre se le abre un
nuevo escenario en su vida conyugal.
Pues ahora; tendrá que hacerse cargo de los hijos de la nueva mujer y cumplir
con los propios que no viven con él. Ante ésta realidad, se sentirá afectado
económicamente por la distribución de su sueldo y afectivamente no podrá disfrutar a plenitud
con sus hijos porque no vive con ellos y tampoco podrá con los chicos que viven
con él porque la presencia del padre biológico, interfiere entre ellos.
Entonces, igualmente los hijos no podrán brindar-recibir
el amor paternal a plenitud. En consecuencia, la función del padre se encuentra
frustrado, él se siente excluido, pierde autoridad, no puede poner límites a
los propios ni a los de su mujer y ante éste sentimiento de “ser padre de
nadie”, podría buscar un hijo propio con la actual mujer, y de obtenerlo; Se
gratificará con su rol de padre pero que tendrá que lidiar con su presupuesto,
pues con la distribución de su dinero en varios lugares, complicaría su
situación vincular y si no puede sostenerse en estas condiciones, podría
repetir su historia conyugal. Cual es, otra separación.
Ángel Quispe Lima