viernes, 18 de enero de 2013

LA SEPARACIÓN DE PAREJA


                                                            LA SEPARACIÓN

En estos tiempos post – modernos las separaciones de las parejas tienen múltiples causas y cuando el matrimonio se basa en la pasión el sujeto no puede soportar una separación.

El sujeto tiene que renunciar sus deseos individuales ante los compromisos propios de la vida conyugal, aunque estos resulten displacenteros y cuando esta persona asume ese compromiso produce una relación conyugal prolongada.

En el matrimonio, las parejas se prometen “para  siempre” o “hasta que la muerte nos separe” pues esta promesa se sustenta  por los compromisos que adquiere el sujeto y cuando estos se modifican, se rompen o simplemente no se los puede asumir y en consecuencia, el vínculo se disuelve. Se produce una separación o se mantienen juntos pero a costa de una vida de sufrimiento, con permanentes reclamos y reproches tratando de convencer a la pareja que cambie de actitud.

Ante la pérdida de la pareja nos produce una tristeza, un malestar con angustia por el hecho de haber perdido a una persona querida. Se atraviesa un duelo por ésta pérdida de la persona amada y los síntomas que se muestra es el desinterés por el mundo exterior, la persona dolida sufre un sentimiento de abandono y a veces llega al extremo de desvalorarse y echarse la culpa por la pérdida y hasta podría perder la capacidad de amar nuevamente, con una disminución de amor propio con reproches y acusaciones a sí mismo.
 
Cuando se atraviesa una separación de pareja y sufre una pérdida de su amada, es porque en ella depositó toda su energía amorosa y que ahora al separarse se queda vacío: Ella, era la receptora de su energía amorosa y al mismo tiempo, a éste sujeto le devolvía grandes satisfacciones. Ante la separación, pierde la energía amorosa depositada en ella; Por eso, el sujeto siente ese vacío cuando experimenta el abandono de su pareja.
Ahora, toca recuperarse, llenar ese vacío. Muchas  veces ante esta situación, algunos tratan de cubrir ése vacío desesperadamente con otra persona. Pero no, seguirá igual, (eso ayuda pero no soluciona).

Cuando ya no está más la pareja, al sujeto le toca recuperarse por esta pérdida sufrida. Pero, ¿Qué es lo que pierde?, a ¿ella? ò ¿el amor que sentía hacia ella?. Pues me atrevo a afirmar que lo que pierde es a ambos pero lo que le interesa es la segunda. La satisfacción sexual que tenía con ella, por que así como la amó después podría nuevamente amar a otra persona. Nadie renuncia a su amada por que se le da la gana ni mucho menos aún cuando advierte que se asoma otra persona que quiere ocupar su lugar.

La superación de la angustia ante ésta pérdida se realiza poco a poco, es un proceso, donde se necesita y desgasta abundante energía, pues en su interior todavía existe y subsiste lo que perdió.

Los  recuerdos, la imagen y tantas cosas vividas juntas todavía afloran en el interior del sujeto y por supuesto esto resulta doloroso en pleno duelo.

Pero luego de un tiempo, se recuperará. Después de un arduo trabajo vuelve otra vez a su normalidad, sin angustias ni tristezas.

Para la superación de este duelo se necesita la auto-recuperación de la energía amorosa.

El sujeto se debe de desprender de, intentar recuperar la energía amorosa depositada a la ex pareja, debería de renunciar a recuperarla (traslucido en afectos, deseos, goce, sentimientos, etc.) pues solamente así, podrá recuperar su energía y posteriormente poder depositarla en la misma u otra persona.

Así como el enamoramiento es un proceso que concluye con la llegada del amor, la separación también es un proceso que significa un corte, pues en la disolución del vínculo la peor parte se ubica en el que sufre la pérdida; El sujeto se muestra desestructurado, desorganizado, deprimido, etc.

Frecuentemente la pareja se separa por la presencia de una tercera persona, pues éste tercero es el que depositará su energía amorosa hacia ella. Entonces el sujeto al ser desplazado, inmediatamente experimentará el corte, la separación. Adviene el sufrimiento, que por supuesto será muy doloroso. Y muchas veces se apodera el resentimiento de tener menos valores y con el autoestima decaída.

Algunas veces ante el dolor de ésta perdida, no puede satisfacer-se sexualmente, no puede gozar. Su sentimiento queda perturbado, se siente vejado sexualmente, despojado por el rival, siente que está excluido de las relaciones sexuales entre su amada y él.

Cuando una mujer dice: “eres malo” es por que desea a otro que “no sea malo”, y cuando dice: “tu no me das dinero ni nada” es por que desea a otro que le dé dinero y todo. Y así sucesivamente, pues con estas críticas está anunciando lo que su inconsciente desea y como sabemos que éste viene del cuerpo; Entonces, es lo que ella realmente desea.

Igualmente pasa con el hombre pero con diferente criterio.

Tras el abandono sufrido, en algunas personas se apoderan un sentimiento de venganza y en lo posible tratan de “denigrarla”, “desvalorizarla”, dicen: “que sufra como yo he sufrido”, “que pague lo que me hizo”. Etc. Pues esta conducta hostil hacia su ex pareja, evidencian una particularidad patológica y que podrían tener diversos desenlaces.

Después de una separación, frecuentemente se produce el retorno a los afectos de antaño, ya sea con la familia de origen o las amistades, es para sentirnos apoyados y poder así restaurar nuestra condición anímica.

Después de un tiempo el sujeto se reorganiza, se repone. Es cuando logra superar, se siente libre y está dispuesto a rehacer en cualquier momento su vida amorosa.

Si recordaran el capitulo “desde la familia de origen…” allí señalábamos que es un tránsito difícil de abandonar la familia y asumir otra, donde está en juego nuestro bienestar; Allí decidimos dejar, abandonar hasta un tiempo la familia de origen…, pues ahora ante el sentimiento de soledad el sujeto suele recurrir a esa familia que dejó en algún momento, buscando regocijo y afecto para cubrir los vacíos que dejo la separación.

Dicho de otro modo, se suele recurrir a los padres o hermanas/os, a los parientes más cercanos, a las amistades que siempre están en los momentos difíciles, es por eso que una persona sólo abandona por un tiempo, no es para siempre el alejamiento, ni desaparece los afectos con los padres y  nuestra familia de origen.

Igualmente pasa con el primer enamorado que se tuvo, aunque pasen muchos años no se borrarán jamás de los recuerdos; Mas al contrario, algunas veces en momentos como éste, intentará  reproducir esas experiencias vividas. Pues ante éste acontecimiento tan doloroso, en lo que significa una separación de pareja, en algunos sujetos suele  ocurrir la regresión psicológica al primer enamorado. Con recuerdos ilusorios que afloran con mucho regocijo y brindan una esperanza de reencuentro.

Cuando nos sentimos traicionados o sufrimos un abandono y si esta es la segunda o tercera vez que nos abandonan, creemos que la vida no nos sonríe, pensamos que no tenemos suerte en el amor, cuando en realidad sólo estuvimos repitiendo  los mismos errores de siempre.

En estos tiempos post-modernos, las parejas se separan sin problemas sociales; Antes se valoraba el juramento ante el altar, o el matrimonio que se celebraba ante el registro civil. Así como antes se pensaba que el hombre debería de mantener al conyugue y su familia, y la mujer debería de cuidar a los hijos y ocuparse de las tareas del hogar.

Actualmente; las personas se preparan para afrontar una nueva realidad en la vida conyugal y para poder sobrevivir trabajan juntos. Sin embargo,  hay mujeres que cuando hijas-señoritas, solteras, dependían económicamente de los padres. Luego, cuando tiene pareja busca ese mismo modelo de dependencia a su marido, entonces ella busca y elige esa condición, por que se identificó con la madre que posiblemente estuvo en los trabajos hogareños. Ésta mujer al asumir la condición de esposa, madre, ama de casa, etc. Reclama a un marido que la sostenga económicamente y ante la separación o abandono de pareja se complicaría su situación, pues tendrá que afrontar las consecuencias que esto genera:

  • Sostenerse económicamente.
  • Sentirse sola para criar a los hijos.
  • Necesidad de trabajar para auto sostenerse.
  • Superar el duelo de abandono.
·         No tener tiempo para rehacer su vida amorosa por que tiene que atender a sus hijos.
·         Etc.

Algunas mujeres reaccionan con disgusto, malestar y odio a la otra mujer que está con su ex marido y se quejan porque sienten que ésta, se apropió de su marido y de su dinero, dicen: “encima que me quito mi marido se llevó el dinero de la comida de mis hijos”, “lo que me pasa por la cuota alimentaría no alcanza”, etc.

Ella se siente despojada de sus afectos y económicamente. En consecuencia, a esta mujer le costará mucho esfuerzo personal superar una separación de “abandono” y posteriormente rehacer su vida amorosa si es que continua con esta postura de madre-mujer dependiente.
Sin embargo, para algunos hombres se les hace fácil superar estos problemas porque no tiene carga familiar junto a él, ni necesidad económica y si de sexo se trata, se los puede arreglar con alguna relación ocasional.

Al finalizar  éste capítulo, podría anunciar;  si bien es cierto que es muy penoso atravesar esta etapa de duelo, dependerá de cada persona realizar el trabajo individual y de acuerdo a sus capacidades superar el duelo amoroso y tantos otros que a lo largo de nuestra existencia nos toca enfrentar y superarlas.

Hay que buscar contención, sostén afectivo en los familiares, parientes, amigos, etc. Y tratar de realizar actividades que permitan estar ocupados (sociales, recreativas, artísticas, deportivas, estudios, trabajo, etc.).

Es recomendable aceptar la separación. Pues esta postura permitirá en corto tiempo superar y recuperar la capacidad de rehacer su vida amorosa y posteriormente una nuera relación de pareja.
Busque ayuda Psicológica. No diga, “para que voy a ir al Psicólogo si no estoy loco”, pues sepa Ud. Que los locos no van al Psicólogo.

Ejemplo:

Voy a ejemplificar el proceso por el cual se desenvuelve nuestra energía libidinal en el enamoramiento, la separación y la recuperación del sujeto.
Ahora bien; Poseo abundante energía y no tengo otra opción que depositarla en un sólo hombre, de tantos miles existentes a mi alrededor.
En consecuencia; deposito toda mi energía amorosa en él y me agrada, siento que obtendré muy buenas satisfacciones, confío en este hombre y por eso estoy contenta.  Vivo feliz por que disfruto de los placeres y el romance que me brinda, luego; Por alguna razón que desconozco, éste me abandona y se lleva toda mi energía depositada y las satisfacciones que obtenía con él, ya no las tengo. A eso le sumo la des- ilusión romántica que me representaba.

Me quedo vacía, sin energía y ante este acontecimiento de pérdida, se apodera en mi un sentimiento de tristeza, angustia y me deprimo, “no veo a mi amado ante mis ojos y no lo puedo creer que esto me esté pasando”, “tengo una desilusión tan tremenda que no quisiera seguir viviendo”. ¿Qué hago?

Lo primero: Cometería un error si exijo que él vuelva conmigo. Porque no lo puedo obligar a que se enamore de mi, o me desee.

Otro error; Si de él quiero recuperar y obtener los placeres perdidos.

Lo más saludable sería; Aceptar la separación y la pérdida, no preocuparme tanto de él (no rogar que vuelva, no llorarle implorando el retorno, no amenazar, no acosar, no usar ningún tipo de coacción o violencia), de ser posible mantener el diálogo y poco a poco, recuperar nuevamente la energía  amorosa, porque tenemos la capacidad de hacerlo ya que nuestro organismo está preparado para esas exigencias, y así posteriormente, poder rehacer otra vez, una nueva relación con la misma u otra persona y tal vez obtener mejores satisfacciones.

En este siglo; El modelo de pareja y familia se presentan con muchas modificaciones si comparamos con años atrás.

Ahora, las parejas se unen por amor y pueden concluir esta relación cuando se termina la pasión amorosa y posteriormente, empezar otra nueva relación con mucho entusiasmo, sin conflictos emocionales, más aún si no se tiene hijos.

El padre de familia después de una separación conyugal tendrá múltiples complicaciones para rehacer su vida de pareja. Porque es posible que después de un tiempo quiera formar una nueva relación y es muy probable que encuentre una mujer-madre y rehacer el vínculo amoroso, luego  tendrá que convivir con ella y los hijos. Y por supuesto mantenerlos, brindar afecto y buscar el reconocimiento como futuro “padrastro”.

A éste hombre se le abre un nuevo escenario  en su vida conyugal. Pues ahora; tendrá que hacerse cargo de los hijos de la nueva mujer y cumplir con los propios que no viven con él. Ante ésta realidad, se sentirá afectado económicamente por la distribución de su sueldo y  afectivamente no podrá disfrutar a plenitud con sus hijos porque no vive con ellos y tampoco podrá con los chicos que viven con él porque la presencia del padre biológico, interfiere entre ellos.

Entonces, igualmente los hijos no podrán brindar-recibir el amor paternal a plenitud. En consecuencia, la función del padre se encuentra frustrado, él se siente excluido, pierde autoridad, no puede poner límites a los propios ni a los de su mujer y ante éste sentimiento de “ser padre de nadie”, podría buscar un hijo propio con la actual mujer, y de obtenerlo; Se gratificará con su rol de padre pero que tendrá que lidiar con su presupuesto, pues con la distribución de su dinero en varios lugares, complicaría su situación vincular y si no puede sostenerse en estas condiciones, podría repetir su historia conyugal. Cual es, otra separación.

Ángel Quispe Lima