LA MILENARIA HOJA
DE COCA
El uso de estas plantas se está perdiendo
desde la antigüedad hasta nuestros días.
Hace milenios, que la hoja de coca y el hombre viajan juntos
por los andes. Las hojas sagradas forman
parte inseparable de la cultura de los pueblos andinos, también ha formado
parte de las ceremonias y rituales de los incas. Y se ha escrito muchísimo
sobre ellas; de antiguas leyendas,
en que las hojas de coca han tenido
un papel esencial.
La hoja de coca, tomadas en determinados cantidades a sido utilizada, por
los pueblos andinos, como fuente de energía corporal, para sobrevivir en
alturas, donde el oxigeno escasea y el efecto del soroche o mal de altura.
También ha sido un vehículo sagrado para la
comunicación con los dioses.
Los antiguos habitantes de los Andes lo usaban
mascando hojas de coca, o tomando mate en infusión. También en los duros
trabajos del campo, y disminuir el cansancio. Las milenarias hojas posibilitaban la solución a los problemas de
aquellos hombres y mujeres.
Estas hojas, han desempeñado un papel muy
importante en el desarrollo de la civilización incaica, estando íntimamente
ligadas a su administración gubernamental, Económica y religiosa. Su cultivo y
principalmente su uso se extendía desde la Argentina hasta Nicaragua y las
islas del Caribe, se consideraba hojas muy especiales.
Hoy, como en el periodo incaico, la coca es
un elemento imprescindible, en la religión andina. Es usada para confeccionar
el "kintu" formando parte en las diversas ofrendas a las deidades
ancestrales y además servía y sirve para
poder predecir el futuro, mediante personas que sirven de “médium”, entre las
hojas y la persona interesada.
Las hojas eran lanzadas sobre un manto y
el médium (Yatiri) se encargaba de interpretarla.
Desde siempre, ha ocupado un lugar
preferencial en la medicina popular de los Andes, para tomarlas en forman
de infusiones, cataplasmas o polvos. Es normal que los andinos, beban infusiones de hojas naturales de coca, con
fines medicinales de que se considera que son un efectivo medicamento, cuando
las personas tienen mareos, dolores de cabeza, Afecciones a la garganta y
problemas estomacales, Como;
cataplasma, para aliviar
reumatismos y luxaciones de toda índole.
En la actualidad, en muchas comunidades altas de los andes y sus
poblaciones, las personas, tienen la costumbre ancestral de mascar hojas de
coca (éstas son sólo mascadas y no tragadas).
Para ello, también se utilizan pequeños
pedacitos, La “ llipta”, que es una bola
de cenizas de la quinua. La cal
contenida en las cenizas, ayudará a desprender los alcaloides de la hoja.
Además la cal de la llipta ayuda a una fuerte
degradación de la molécula de la hoja de
coca en mascar o “piqchar” coca. Sirve
como estimulante, capaces de mitigar estados
contra la fatiga, hambre, sed, etc. Es obvio que quien masca coca no llegará a
alcanzar un estado “doping”, porque se trata de hojas naturales que
necesitarían de un proceso químico, con elementos como el ácido, para
finalmente producir cocaína.
La coca es originaria de Perú y Bolivia. Con Una fuerte implicación en las raíces
populares y en la cultura andina. Su antigüedad se remonta a
unos 4000 años atrás, fecha de la cual según se ha demostrado, por las más recientes
hallazgos arqueológicos, la hoja se hallaba en valles costeros. Y así, en los
famosos huacos encontrados, nos muestran rostros con mejillas hinchadas, por el
bocado o cocadas. Así nos queda
demostrado, el ejemplo de su
característico consumo en la antigüedad.
Incluso se han encontrado momias que
conservan entre sus ajuares funerarios pequeñas
bolsas en cuyo interior se había depositado hojas de coca.
Los incas,
cuyos rastros culturales nos han
llegado nítidamente, a causa de coincidir su periodo de esplendor con la
llegada de los invasores & conquistadores españoles. Se consideraba esta
planta, como sagrada y su uso, era exclusivo
del inca y la nobleza. Era también considerada como planta mágica y medicinal,
como ya hemos dicho también formaba parte de los rituales Incaicos.
Sin ella no se iniciaba ningún sacrificio o
ceremonia. Era ofrendado a los espíritus malignos o benignos y cumplía un
destacado valor en los ritos funerarios, ya que se acostumbraba, a utilizar
hojas de coca entre los labios de los muertos, para protegerlos de los peligros
del más allá. Otra de las misteriosas costumbres era, la de que los viajeros,
cuando pasaban por delante de algunas
tumbas arrojasen por encima de ellas algunas hojas de coca.
También es muy usada por chamanes, recurriendo a ellas para preguntar, si un
enfermo habría de morir o sanar. Después de un
entierro y con misteriosos
rituales en la oscuridad de la noche, en
la que sólo se percibía sombras, en hogueras apartadas de las comunidades se
olía el
humo de las hojas, como incienso sagrado, también se ofrecía al sol en
las ocasiones más solemnes.
La coca es un
arbusto de tamaño mediano, que crece en los Andes, son elíticas con el
pedúnculo corto, alternadas, suaves y brillantes con tres nervaduras, cuyos dos nervios laterales son
menos notorios que la central.
Las cocas se cultivan, en muchas regiones
contiguas a la montaña, y florece en mayo y junio, crece mejor en los suelos firmes y húmedos
de los climas calientes. Y las semillas se plantan durante la
estación húmeda y lluviosa, para
germinar en diciembre o enero. Cuando
alcanza un pie y medio de altura son trasplantados al suelo, que se ha
preparado para recibirlas.
Viven muchos años y en situaciones favorables,
deben recolectarse sus hojas tres veces al año.
La organización incaica, impulsado por la élite del Cuzco, había desarrollado antes de la
colonización española un sistema de comunicaciones muy eficiente, con caminos,
puentes colgantes, y escalinatas trabajadas en piedra atravesando los altos
Andes y los desiertos costeros que recorrían los veloces "chasquis", correos de a pie, donde
debidamente se aprovechaba el escaso territorio agrícola, mediante obras de
irrigación y sistema de andenes, distribuidos en el territorio. Nada de lo
obrado, con el continuo esfuerzo habría sido posible tal desarrollo del
incario, sin el sostenimiento de la coca.
Varios cronistas que sostienen, que las
clases populares estuvieron excluidas del derecho a consumir coca,
reservado solo a los nobles y los
del imperio.
También se afirma que ésta era masticada por
los “yaravecs” personas con memoria privilegiada relataban la historia, con una
gran precisión.
Otros cronistas señalaron que los incas
obsequiaban coca a las autoridades que
llegaban al Cuzco, y la reciprocidad entre el estado y de comunidades lejanas.
Además, que junto a otros productos, esta
hoja era almacenada en depósitos
provinciales, sobre
el cultivo de cocales, por parte de algunas comunidades lo que significaría que
su consumo no estuvo totalmente
restringidas.
Por otro lado se
señala que contaron con zonas dedicadas
al cultivo de la coca que estaban bajo su control así como la
"mitimaes" llamados "camalloc" enviados a los valles a cobrar y
recogerla . asimismo parece ser
que la coca cumplió la función del valor de cambio en un contexto de ausencia de monedas y reglas andina de circulación de bienes de
consumo.
Por otra parte, la
coca tuvo también en el incaico, como en
épocas anteriores, a la función mágica religiosa fundamentalmente. al respecto se observó en un ritual a que los yatiris mascaban hojas de coca, y escupían el jugo en la palma de la mano con
los dedos más largos extendidos: si es que le escurría igualmente por los dedos ,el augurio era
bueno; caso contrario, era malo.
Garcilazo de
la vega al relatar la leyenda de los
hijos del Sol, que fundaron el imperio
del sol señaló que éstos habían
ofrendado hojas de coca enseñando al pueblo que éstas podían ser utilizadas para
matar el hambre, eliminar el cansancio y permitir que el desdichado olvide su
desgracia .
Al entrar al Cuzco los españoles encontraron junto
al maíz dos variedades, mamox coca y tupa coca, la más pequeña reservada para
el inca. Granos de maiz selectas y hojas
de coca componía el "coqueo"
la alimentación de emergencia que aseguraba el ánimo y la resistencia a
los chasquis y viajeros.
La coca,
el estimulante orgánico más fuerte de la tierra. Se veneraba a esta
planta como la mama coca y fue asociada
con la constelación de la virgen. en el
siglo catorce y quince.
Ángel Quispe Lima.