ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE LA CONSULTORÍA PSICOLÓGICA
Los Consultores Psicológicos, (Counselors) compartimos
con otras disciplinas el escenario de la práctica social en el campo de los
fenómenos psíquicos, pero al mismo tiempo tenemos claras diferencias.
Por un lado la formación del Psicólogo hace
referencia a un campo de los fenómenos
psíquicos de diferente formación universitaria
que les permite ocuparse de problemas de naturalezas distintas, que
naturalmente en el campo de la salud mental abordan bajo la modalidad de Psicoterapia los
síntomas que tiene una persona. El Consultor; por supuesto, no hace
Psicoterapia.
También está el Psicoanálisis, que es muy importante.
Pero se ocupa de estructuras patológicas profundas, cosas que el Consultor
tampoco hace. El consultor incluye la problemática de la prevención. Pero, si
guarda mucha relación en común con estas dos modalidades de práctica que define
jurídicamente la psicoterapia del lado de la Psicología y en función del lugar
ganado en el escenario de práctica el Psicoanálisis como modalidad clínica de
esa disciplina.
Debemos reconocer la importancia del aporte del Psicoanálisis para la formación del
Consultor. Ya Aristóteles introdujo la noción de clínica para nuestra práctica y
está claro que con el aporte de Hegel, Kant, Karl Marx y Friedrich Engels en lo
social. Y Sigmud Freud, J. Lacán en la condición de sujeto en el saber filosófico. Y que además debería estar en la base de cualquier
práctica y disciplina profesional de las
ciencias humanas y sociales.
También, somos deudores tremendos del aporte de Freud y
Lacán y en eso comulgamos con el Psicoanálisis que hizo un gran aporte a las
ciencias humanas. Es decir, para los consultores, la clínica es una modalidad
de abordaje que toma en cuenta a un sujeto que está caracterizado
fundamentalmente por la ciencia.
Sin embargo, La verdad de la consultoría es la persona,
la conducta, la persona-sujeto.
Ya que para el escenario de la clínica del Consultor, el
sujeto es fundamental. Justamente, para reconocer la importancia de la persona
y ubicar con coordenadas más precisas a la conducta.
Nuestra concepción no es sano o enfermo, antes que nada es reconocer íntegramente lo
que es una persona y eso nos lleva a descubrir en el campo de lo psíquico que
hay una categoría muy importante, que es la categoría de sujeto y que hoy la
ciencia ya ha podido dar cuenta de esto.
Entonces, nos formamos de manera muy sólida sobre la
condición de sujeto y que esta concepción nos enseña que está lleno de
problemas y conflictos de grados muy diferentes.
Para una problemática más compleja está el psicoanálisis,
como método de intervención.
En cambio, los consultores; tomamos cierto tipo de
conflictos psíquicos en lo que por nuestra propia formación estamos
instrumentados para intervenir, sin generar un esfuerzo inútil con un costo
enorme para resolverlo. A veces, tampoco constituye un cuadro clínico donde no
se justifique que sea abordado como un “tratamiento” terapéutico. Es de tal
grado que en algunos casos no se
justifica esas otras maneras de
abordaje.
Todos sabemos que, muchas veces tenemos problemas que generan conflictos
psíquicos, por nuestra propia naturaleza, como ser: Celos, Divorcios, Duelos,
Conflictos Familiares y de Pareja, Viudez, Disfunciones Sexuales no Orgánicas,
Toma de Decisiones Afectivas, Económicas,
Laborales, etc. allí interviene
el consultor psicológico.
Angel Quispe Lima