LA PAREJA Y LA FAMILIA
¿Qué es una pareja?
Es cuando en una relación
vincular de dos seres existe el amor- deseo y goce. Tres cuestiones muy diferentes
y necesarios al mismo tiempo para la conformación de una pareja.
Luego, en la condición de padre-madre conformarán una
familia.
Pero habría que tomar en cuenta cual es el camino recorrido de una pareja;
1º el hombre como
ser humano.
2º la persona en
la sociedad.
3º el sujeto en
lo espiritual.
Estas tres categorías nos indican que
pertenecemos a este mundo imaginario, simbólico y real; donde cada individuo debe de integrarse y
someterse a las diferentes leyes
universales de la sociedad en que vivimos.
Luego; nos ubicamos dentro del sistema
social que nos permite
desarrollarnos con deberes y
derechos, dentro de los límites de la
conducta de una persona “normal”.
Hasta Aquí supuestamente todo está en orden, pero tenemos una historia de nuestra
existencia, nuestro pasado nos permite vivir
el presente con menos problemas,
ya sabemos de dónde venimos y
otras cuestiones de nuestra
naturaleza humana que la ciencia se encarga de
demostrarnos.
En este mundo hay distintas culturas, costumbres, tradiciones, pues cada
sujeto pertenece a un pueblo y una cultura. Algunos mantienen sus
costumbres ancestrales, viene de familia, de la comunidad, la cultura y
las identificaciones en la persona,
tanto en los ideales y las creencias religiosas.
Hay distintas formas de organización familiar,
históricamente sabemos cómo han evolucionado las familias, pero las más conocidas son las
poligamicas y las endogámicas, para estas familias era natural su forma de
organización, su ordenamiento estaba
definido por las relaciones de
parentesco y las formas matrimoniales que se adoptaron.
A través de la historia sabemos qué lugar ocupa cada
miembro de la familia en cada cultura.
Además cada época adopta su modelo
y organización familiar.
Es necesario hacer un breve resumen histórico de cómo se
han venido produciendo cambios en el modelo familiar ya que hasta hoy tuvimos
cambios verdaderamente revolucionarios en el campo social y de las relaciones
humanas.
Si retrocedemos muchos años en la historia, veremos como el marido bajo la condición de
padre ejercía un poder absoluto que le
daba autoridad en la familia.
Esta autoridad
como padre y marido a la vez,
tiene orígenes muy antiguos, más
que todo en la India. Los textos sagrados
dicen que cada familia es un grupo religioso, cuyo padre es jefe y por
lo tanto esa autoridad le brinda
funciones: Era el encargado de brindar y velar la buena conducta de cada uno de
los miembros de la familia y frente a la
sociedad él era el responsable de los actos de todos ellos, o sea tenía el poder de juzgar y castigar a cada uno de los miembros.
Estos poderes del jefe de familia se mantuvieron muy firmes en la antigüedad;
con algunos cambios en la sociedad griega
y romana. Sin embargo, la mujer de estos tiempos mantenía su
condición de inferioridad en relación del hombre y del marido.
En
la antigua roma, el padre era el dueño de la
casa. Era el señor, el amo y todos
dependían de él, (desde las mujeres
hasta sus bienes, etc.), todo el
patrimonio dependía de él, las mujeres eran
objetos de su propiedad al igual que sus bienes muebles e inmuebles,
Ganado, Etc. esta forma de “jefe” le
daba respeto a su persona, entonces tenía que cuidar el bienestar de su
familia pues de estas acciones dependían su éxito o fracaso.
¿Y el
hijo?,
Pues su suerte
dependía de que el padre lo reconozca como tal,
de lo contrario este hijo no reconocido era abandonado o regalado,
Generalmente los niños abandonados tenían pocas posibilidades de
sobrevivir. De hecho el padre ejercía
el derecho sobre la vida y la muerte del hijo; Por que
posteriormente este sería su
descendiente.
Aquí el hombre
debía de dar protección a su mujer y ella obediencia a su marido. Las hijas
corrían la misma suerte que sus mujeres.
La época feudal
fue la más brutal con las
mujeres, influyó demasiado, casi en todo la “sagrada Biblia”. De allí se
obtuvo la imagen negativa de la mujer, por la condición de “Eva” ya que por el pretexto de la tentación de la carne y
sus debilidades, ellas tuvieron que
pagar las desgracias de los hombres.
La iglesia también las relacionó como el “demonio
tentador”. Así; Eva se transformó en el símbolo del mal en esos tiempos.
La mujer no era considerada en lo más mínimo, hasta tal
punto de que el campesino prefería hacer
gastos sobre su ganado que a su mujer
enferma.
Sin embargo, las mujeres no pensaban lo mismo.
No les afectaba la muerte de su marido, pues ni bien
moría; la viuda ya estaba pensando en un nuevo matrimonio, esto porque
ellas no elegían a sus maridos
con el deseo amoroso, primaba
le fé, la cultura, la tradición, la
creencia religiosa y la sumisión era tácita.
Así como el rey tenía autoridad sobre los hombres también se consideraba a todo padre de familia como rey de su propia casa.
En la época
feudal, época
de reyes y campesinos; La autoridad del
rey se afirmó con la autoridad del padre, tenían la misma relación; Dominio,
dependencia, dueños de todo, y
obediencia a él. Los hijos dependían de él
hasta que sean adultos mientras tanto las mujeres dependían durante toda
su vida, a excepción de que algunas por matrimonio pasaban a depender del marido.
Después, todos los niños y quienes no eran libres, de
ambos sexos y cualquier edad, todos
estaban en su dominio. Y si este señor fallecía, todas sus funciones pasaban a un adulto que
sea capaz de mantener a la familia
y si no podía, el rey asumía a su cargo,
la viuda y sus hijos.
Muchos años se mantuvieron esta
relación de:
Dioses - Reyes - Hombres.
Se decía, “lo que
Dios es a los hombres, como el pastor es
a su rebaño”. Esta relación muestra la diferencia
de lo que eran los superiores y los inferiores.
En esta época de nuestra historia el marido tenía la obligación de corregir cualquier
desarreglo familiar, incluso podía darle
una buena paliza a su mujer para que se
adaptara mejor a las condiciones del marido y el rey apoyaba estas acciones
para que el marido imponga su autoridad, incluso la ley facultaba al marido este derecho
de corregir a su mujer.
En esos tiempos los infantes no tenían importancia en la
sociedad, pensaban que no valía la
pena preocuparse por ellos. Esta
etapa de vida infantil no era considerada en esos tiempos. Y se
notaba claramente las diferencias para
la identificación de la clase
social a la que pertenecía.
Ya a finales
del siglo XVII consideran darle
importancia al niño, pero encuentran a
este muy desordenado, que necesitaban la fuerza física para su corrección, entonces
se justificaba los cinturones, varas,
palmazos, amenazas violentas, etc.
Esa era la forma de educar al niño.
El hijo bien disciplinado era el que tenía un profundo respeto y absoluta
reverencia al padre, el respeto y la
humildad del hijo se demostraba agachando la cabeza cuando el padre le ordenaba algo.
La ley reconocía y autorizaba el castigo a los hijos, en
ese tiempo se pensaba que era necesario el castigo físico para brindar
una buena formación, pero como verán a
través del tiempo hubo cambios en la
familia. Ahora, se habla de educación a los hijos.
Estas acciones de los hombres traen momentos y movimientos históricos en la
sociedad y la familia, ya en el siglo
XVIII se produce cambios históricos.
La economía
mundial comienza a revolucionar, la sociedad tiene transformaciones, el movimiento laboral cambia revolucionariamente con la tecnología industrial y automáticamente,
también cambia la familia en su
comportamiento.
Ahora se toma en
cuenta la organización social antes que
la autoridad del padre.
Sin embargo; a pesar de estos cambios, estas situaciones de violencia y agresión en la pareja y familia sobreviven hasta ahora,
confundiendo esta “autoridad paternal”.
Antes la autoridad del padre era muy importante porque el
estado debía de mantener la integridad de la familia. Tal es el caso que el código civil de esos
tiempos establecía la superioridad del marido en una pareja, y el padre como ser superior
en una familia.
“… el marido debe prestar protección a su mujer y la
mujer obediencia a su marido…”. La mujer sigue sin derechos, no podía ser igual que el hombre, un acto de adulterio era castigado incluso con la fuerza
física, no podía ser dueña de sus bienes, de su salario ni de su tiempo de
descanso.
En cuanto a los hijos, a
la educación sólo podían acceder las familias de clase adinerada,
Pero, los hijos de los obreros, artesanos, es decir los hijos del proletariado no tenían la misma
suerte, atravesaban una etapa de soledad prolongada, con falta de cuidado y frecuentemente sufrían el
abandono.
Angel Quispe Lima.