sábado, 23 de marzo de 2013

LA PAREJA Y LA FAMILIA


                                                 LA PAREJA Y LA FAMILIA
 
 
¿Qué es una pareja?
Es cuando en una relación  vincular de dos seres existe el amor- deseo y goce. Tres  cuestiones muy  diferentes  y necesarios al mismo tiempo para la conformación de una pareja.

Luego, en la condición de padre-madre conformarán una familia.
 
Pero habría que tomar en cuenta cual es el  camino recorrido de una pareja;

  1º el hombre como ser humano. 
  2º la persona en la sociedad.
  3º el sujeto en lo espiritual.
Estas tres categorías nos indican  que pertenecemos  a este mundo  imaginario, simbólico y real;  donde cada individuo debe de integrarse y someterse a las diferentes  leyes universales de la sociedad en que vivimos.  Luego; nos ubicamos dentro del sistema  social que nos permite  desarrollarnos  con deberes y derechos, dentro de los límites de  la conducta de una persona “normal”.
 
Hasta Aquí supuestamente todo está en orden,  pero tenemos una historia de nuestra existencia, nuestro pasado nos permite vivir  el presente  con menos   problemas,  ya sabemos de dónde venimos y  otras cuestiones  de nuestra naturaleza humana que la ciencia se encarga de  demostrarnos.

En este mundo hay distintas  culturas, costumbres, tradiciones, pues cada sujeto pertenece a un pueblo y una cultura. Algunos  mantienen sus costumbres ancestrales, viene de familia, de la comunidad, la cultura y las  identificaciones en la persona, tanto en los ideales y las creencias religiosas. 

Hay distintas formas de organización familiar, históricamente sabemos cómo han evolucionado las  familias, pero las más conocidas son las poligamicas y las endogámicas, para estas familias era natural su forma de organización, su ordenamiento  estaba definido por  las relaciones de parentesco y las formas matrimoniales que se adoptaron.
 
A través de la historia sabemos qué lugar ocupa cada miembro de la familia en  cada cultura. Además  cada época  adopta su modelo y organización familiar.  

Es necesario hacer un breve resumen histórico de cómo se han venido produciendo cambios en el modelo familiar ya que hasta hoy tuvimos cambios verdaderamente revolucionarios en el campo social y de las relaciones humanas. 

Si retrocedemos muchos años  en la historia,  veremos como el marido bajo la condición de padre ejercía un poder absoluto que  le daba  autoridad en la familia.

Esta autoridad  como padre y marido a la vez,  tiene orígenes  muy antiguos, más que todo en la India.  Los textos sagrados  dicen que cada familia es un grupo religioso, cuyo padre es jefe y por lo tanto esa autoridad  le brinda funciones: Era el encargado de brindar y velar la buena conducta de cada uno de los miembros de  la familia y frente a la sociedad él era el responsable de los actos de todos ellos, o sea  tenía el poder  de juzgar y castigar  a cada uno de los miembros.

Estos poderes del jefe de familia  se mantuvieron muy firmes en la antigüedad; con algunos cambios en la sociedad griega  y romana.  Sin embargo,  la mujer de estos tiempos mantenía su condición de inferioridad en relación del hombre y del marido. 

En  la antigua roma,  el padre era el dueño de la casa. Era el señor, el amo   y todos dependían de él, (desde las mujeres  hasta sus bienes, etc.),  todo el patrimonio dependía de él, las mujeres eran  objetos de su propiedad al igual que sus bienes muebles e inmuebles, Ganado, Etc. esta forma de “jefe”  le daba respeto  a su persona,  entonces tenía que cuidar el bienestar de su familia pues de estas acciones dependían su éxito o fracaso. 

¿Y el  hijo?,
Pues  su suerte dependía de que el padre lo reconozca como tal,  de lo contrario este hijo no reconocido era abandonado o regalado, Generalmente los niños abandonados tenían pocas posibilidades de sobrevivir.  De hecho el padre ejercía  el derecho sobre la vida y la muerte del hijo; Por que posteriormente este sería  su descendiente.

Aquí   el hombre debía de dar protección a su mujer y ella obediencia a su marido. Las hijas corrían la misma suerte que sus mujeres.

La época feudal  fue la más brutal  con las mujeres, influyó demasiado, casi en todo la “sagrada Biblia”.  De allí se obtuvo la imagen negativa de la mujer, por la condición de “Eva” ya que  por el pretexto de la tentación de la carne y sus debilidades, ellas  tuvieron que pagar las desgracias de los hombres.

La iglesia también las relacionó como el “demonio tentador”.  Así;  Eva se transformó en el símbolo del mal  en esos tiempos.

La mujer no era considerada en lo más mínimo, hasta tal punto de que el campesino prefería  hacer gastos sobre su ganado que a su  mujer enferma. 

Sin embargo, las mujeres no pensaban lo mismo.
No les afectaba la muerte de su marido, pues ni bien moría; la viuda ya estaba pensando en un nuevo matrimonio, esto  porque  ellas no elegían a sus maridos  con el deseo amoroso,  primaba le  fé, la cultura, la tradición, la  creencia religiosa y la sumisión era tácita.

Así como el rey tenía autoridad sobre los hombres  también se consideraba  a todo padre de familia como rey de  su propia casa.

En la época feudal, época de reyes y campesinos;  La autoridad del rey se afirmó con la autoridad del padre, tenían la misma relación; Dominio, dependencia, dueños de todo,  y obediencia a él. Los hijos dependían de él  hasta que sean adultos mientras tanto las mujeres dependían durante toda su vida,  a excepción de que algunas  por matrimonio pasaban a depender del marido.

Después, todos los niños y quienes no eran libres, de ambos sexos y  cualquier edad, todos estaban en su dominio. Y si este señor fallecía,  todas sus funciones pasaban a un adulto que sea capaz de  mantener a la familia y  si no podía, el rey asumía a su cargo, la viuda y sus hijos. 

Muchos años  se mantuvieron esta relación de:
Dioses - Reyes - Hombres. 

Se decía,  “lo que Dios es a los hombres, como el pastor  es a su rebaño”.  Esta relación muestra la diferencia de  lo que eran  los superiores y los inferiores.

En esta época de nuestra historia el marido tenía  la obligación de corregir cualquier desarreglo familiar, incluso podía  darle una buena paliza a su mujer para que  se adaptara mejor a las condiciones del marido y el rey apoyaba estas acciones para que  el marido  imponga su autoridad,  incluso la ley facultaba al marido este derecho de  corregir a su mujer.

En esos tiempos los infantes no tenían importancia en la sociedad,  pensaban que no valía la pena  preocuparse por ellos.  Esta etapa de vida  infantil  no era considerada en esos tiempos. Y se notaba claramente las diferencias para  la identificación de  la clase  social  a la que pertenecía. 

Ya  a finales del  siglo XVII consideran darle importancia al niño, pero encuentran  a este muy  desordenado,  que necesitaban  la fuerza física para su corrección, entonces se justificaba los  cinturones, varas, palmazos,  amenazas violentas, etc.

Esa era la forma de educar al niño.

El hijo bien disciplinado era  el que tenía un profundo respeto y absoluta reverencia al padre,  el respeto y la humildad del hijo se demostraba agachando la cabeza  cuando el padre le ordenaba algo. 

La ley reconocía y autorizaba el castigo a los hijos, en ese tiempo se pensaba  que  era necesario el castigo físico para brindar una buena formación, pero como verán  a través del tiempo hubo cambios  en la familia. Ahora, se habla de educación a los hijos. 

Estas acciones de los hombres traen  momentos y movimientos históricos en la sociedad y la familia,  ya en el siglo XVIII se produce cambios históricos.


La economía  mundial comienza a revolucionar, la sociedad  tiene transformaciones,  el movimiento laboral  cambia revolucionariamente con  la tecnología industrial y automáticamente, también  cambia la familia en su comportamiento.
 
Ahora  se toma en cuenta la  organización social antes que la autoridad del padre. 

Sin embargo;   a pesar de estos  cambios, estas situaciones   de violencia y agresión  en la pareja y familia  sobreviven hasta  ahora,  confundiendo esta “autoridad paternal”. 

Antes la autoridad del padre era muy importante porque el estado debía de mantener  la  integridad de la familia.  Tal es el caso que el código civil de esos tiempos establecía  la  superioridad del marido  en una pareja, y el padre como ser superior en una familia.
 
“… el marido debe prestar protección a su mujer y la mujer obediencia a su marido…”.   La mujer sigue  sin derechos, no podía ser  igual que el hombre, un acto de  adulterio era castigado incluso con la fuerza física, no podía  ser dueña de  sus bienes, de su salario ni de su tiempo de descanso.
  
En cuanto a los hijos, a  la educación  sólo podían  acceder las familias de clase adinerada,  

Pero, los hijos de los obreros, artesanos,  es decir los hijos  del proletariado no tenían la misma suerte,  atravesaban una etapa de soledad  prolongada, con falta de cuidado  y  frecuentemente  sufrían el  abandono. 
Angel Quispe Lima.