DE HIJO A PADRE
Un hijo recibe los afectos de sus progenitores, (como lo
vimos al inicio); y cuando llega el
momento de formar una relación conyugal,
estos afectos que antes estaban con sus padres se traslada a su pareja, es
decir esta dependencia afectiva y emocional será transferida a su pareja, y
generalmente las relaciones
sexuales son tan intensas que busca
gratificarse por “haber encontrado” a su ser amada.
Pero si una persona
decide constituir una unidad
familiar con su pareja, comienza a transitar un camino difícil en la búsqueda
de la armonía y el entendimiento con su
cónyuge, por que ahora se separa de sus padres, cambia el modo de vida y tiene que
adaptarse a convivir con otra persona que, igualmente, siente que está abandonando a su
familia de origen.
Es un conflicto personal que le toca enfrentar a cada
uno, algunos sienten como si estuviera
abandonando a sus padres que le brindaron tantas emociones y cuidados, y que ahora se alista a formar una nueva familia con su pareja.
Obviamente, si
todas estas cuestiones no se tramitan con diálogo constructivo, será
motivo de conflicto en algún momento en esta nueva relación y que puede prolongarse por
toda la vida en esta
pareja.
La separación con la familia de origen es un proceso muy
doloroso y requiere mucho trabajo personal, es como enfrentar un duelo.
Justamente esto permite que la persona encuentre mayor apego en su pareja, como
refugio ante su dolor.
Pero a veces esto
no es así, ya que algunos siguen dependiendo
emocionalmente de sus padres y
estas cosas generan celos de la pareja que son motivos de discusión.
Consecuentemente todas las parejas en sus inicios deben
de enfrentar estos sentimientos de celos
que son ocasionados por la familia de origen. Para esto deberían de resignarse a esta
pérdida, acostumbrarse a desprenderse de
las costumbres y hábitos de la familia
anterior para constituir y crear un nuevo modo de vida con su pareja en
post de una familia.
Muchas veces, aquí aparecen la protección y la
resistencia de la madre que no quiere
desprenderse de su hijo, los celos y las
resistencias se unen para tratar de retener al hijo querido, tratan de encontrar cualquier error de
la nuera para “sacárselo de encima del
hijo”.
En estos casos, es la madre la que no deja realizar al hijo su propia vida y no quieren perder su
condición de madre.
Hay infinidad de historias, chistes, cuentos sobre las suegras
y nueras, los hijos de mamá, etc.
Angel Quispe Lima.