TERCERAS PERSONAS EN LA PAREJA:
¿EL HIJO?
Cuando se incluye una tercera persona en la relación de
pareja, genera conflictos en algunos, como un hijo por ejemplo.
El nacimiento de un hijo
cambia la estructura de la pareja, ahora es una familia la que está en
juego, y tienen que acostumbrarse a convivir con esta tercera persona, esto
necesita esfuerzo para la integración y adaptación de esta nueva relación
vincular, ahora tienen que reorganizarse para ubicar sus funciones y ocupar
lugares que deberán ser asumidos con
responsabilidad.
Antes eran dos (una pareja), ahora, son tres con la llegada de un hijo. (Una
familia). Los padres reconocen que el hijo se incluye entre ellos para toda la
vida, entonces se exigen para este
compromiso.
Pero, ¿por qué los conflictos?, pues ante ésta situación,
el padre ahora recibe menos atención de su pareja, ahora ella también es madre.
Ya que la madre tiene que atender a su
hijo y esto le absorbe tiempo y energía. A su vez esto va a reducir sus horas
de descanso, con la crianza del hijo aumentará su cansancio, estará agotada y no puede atender
como antes a su pareja. Y él se sentirá
excluido de esta relación madre-hijo. El sentimiento de exclusión y celos
lo expresará espontáneamente, sin percibirlo, disfrazados en quejas o
reclamos reiterados de cuestiones sin importancia.
En algunos casos,
sus celos a esta situación provocan una serie de conflictos en la
pareja, sienten que no es el único para su mujer. en estas
situaciones algunos padres comienzan a
tener actividades y compromisos fuera del hogar, otros buscan otra relación
amorosa para encontrar lo que no
tienen en casa, otros hombres
directamente se separan, buscan otra nueva relación, no quieren, no soportan
la presencia de un tercero. Pero, repiten lo mismo después, cuando tiene un nuevo hijo, otra vez abandona
a su pareja, este hombre no admite la presencia de otro en la pareja.
Esto es porque este sujeto se resiste a asumir su condición de padre y
quiere seguir manteniendo la postura de hombre, macho, libre, feliz, sin
revestirse como padre de familia.
En estos casos, como
padre no puede sobrellevar esta nueva relación vincular, se complica la
relación afectiva y comienzan a sufrir
mutuas agresiones, justamente para llamar la atención de la pareja,
de las cuales, el hijo registra estas cuestiones y ahora éste hijo se convierte en un tercero excluido
y es víctima directa de las agresiones y de los maltratos de los padres, tanto
psicológica o algunas veces hasta física.
En las noticias podemos evidenciar estos casos de
maltratos a niños por sus padres, pues
los celos y la violencia reflejan estos
hechos, como consecuencia de ser un tercero excluido y no aceptado.
Angel Quispe Lima